domingo, 22 de agosto de 2010

PRÓLOGO

Julio del año 2008. 

Día cero, empieza  la cuenta atrás, después de una exitosa carrera que arranca 9 años antes con la creación de mi propia empresa, la caprichosa economía mundial y un muy mal ojo para elegir un socio capitalista que permitiese el crecimiento y la lógica evolución del proyecto, acaban con mis ilusiones, con mis sueños, con mi carrera y poco a poco, con mi economía, lo que me lleva después de años de un notable nivel de vida, a sufrir la dureza del empezar de cero, el de perder todos tus ahorros, el de vivir la ruina y el padecer el peor de los castigos para un luchador incansable: la pérdida de la dignidad.

La impotencia y la rabia, dieron paso a la racionalidad y a la coherencia: 
Con la edad de Cristo [modo ateo ON] lo que en esos momentos me sobraba eran ganas de pelear y de esforzarme por recuperar lo perdido.

El rencor, el que por desgracia acumulaba en abundancia, no debía de ser mi combustible, si no la ambición de volver a soñar con el éxito profesional  que tan salvajemente me arrebataron.

Aunque quiero olvidar ese rencor he intentar pensar en las cosas positivas que me ha aportado sufrir esta experiencia, sería hipócrita obviar que te deseo P.C., la peor de las desgracias allí donde estés.

Después de varios intentos fallidos por relanzar lo que en esos momentos ya era una empresa en bancarrota, me doy de bruces con la cruda realidad: el volver a levantarla, como hice en su creación, no dependía exclusivamente de mi capacidad profesional, dependía de la solvencia de un sector altamente castigado por la crisis.

El propio mercado, al igual que a otros muchos empresarios, fue el que cerró la puerta a esa nueva oportunidad.

Esa precaria situación, me lleva pocos meses después  a encontrarme  con todas mis cuentas secundarias a cero (fondos de inversión, plazo fijo, participaciones…), con poco más de 1.000 € en la que en esos momentos se convertiría en mi única cuenta corriente  y un bank de 1.000 € en una sala de poker on.line.

No había mucho  margen de maniobra. Confiando en que se hiciesen efectivos varios pagos atrasados que me permitiesen seguir respirando,  decido darle una oportunidad a algo que en esos momentos ya era mi pasión: el Poker Texas Hold´em.

Continuará...


1 comentario:

  1. No ves lonnegan como mi intuición me decía que tu y yo teníamos muchas cosas en común. Que por eso me llegaba tanto, todo lo que tus frases transmiten. Tenemos para horas de conversación, pero suscribo íntegramente tu primer párrafo y el espíritu de todo el texto. Dios mío (modo ateo OFF) si se pudiera darle al botón REW (ya sabes que soy viejo). Comentaremos compañero....

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